Simplemente un buen día te das cuenta que tu vida entre el café de la mañana y la cepillada de dientes de antes de dormir es tan solo una absoluta nada, y pasan y pasan los días... y nada... Lo peor es que no te das cuenta, solo sabes que estas aburrido, que nada te complace, y en el mejor de los casos solo sabes que te hace falta un cambio, porque lo mejor que hiciste durante el día fue ver un buen capítulo de tu serie favorita y sientes que no puedes esperar a la semana siguiente para ver el próximo. Es en esta parte donde debes empezar a preocuparte, te hace falta vivir...
Yo hoy escribo desde aquí, desde los bajos fondos, totalmente sumergido en esa antivida a la que me intento referir, no es tan sencillo escapar de la rutina que nos persigue, sobre todo no es fácil cuando el camino andado es tan corto y tienes tantas asignaturas pendientes de una nueva vida que construir, sin embargo es absolutamente posible, sólo tienes que pensar en lo que te gusta hacer y hacerlo, se que a veces es difícil encontrar el tiempo necesario, y mezclarlo con las responsabilidades propias de la vida y con el merecido descanso, que hace que cuando uno ve la cama se te haga agua la espalda (como diría mi hermana), pero hay que hacerlo, porque cuando te levantas, ¡que bien se siente!
tu cuerpo, tu entorno y tu salud te lo agradecerán...
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